El planeta Tierra que hoy conocemos, formado hace 4.600 millones de años, se encontraba a altísima temperatura. Cuando comenzó a enfriarse, expulsó al exterior los gases presentes en su interior, formándose la atmósfera primitiva que era rica en monóxido de carbono, dióxido de carbono, vapor de agua, metano, amoniaco, hidrógeno (gas demasiado ligero por lo que no fue atrapado por la gravedad de la Tierra) y helio. Cuando el enfriamiento del planeta comenzó a ser elevado, el agua podía estar en estado líquido, momento en el que se formaron los océanos. Unos 3600 millones de años después aparece la vida, aunque de forma microscópica y fotosintética.