El proyecto, de 32 meses de duración, cuenta además con la colaboración de TOTAL, que desde su división de bioplásticos proporciona al consorcio europeo el material biodegradable (PLA procedente de almidón de maíz). El objetivo es diseñar materiales y procesos productivos industriales que permitan sustituir los accesorios de la consola del vehículo que actualmente se fabrican con piezas de ABS inyectado por otras piezas similares fabricadas a partir de materias primas de fuentes renovables y que además una vez acabada su vida útil en lugar de ir a parar a un vertedero se convierten en abono o compost como el resto de residuos orgánicos. Todo ello a un coste competitivo con el de los materiales convencionales.
La automoción apuesta por las fuentes renovables
La presencia de los bioplásticos en el sector de la automoción es muy limitada, aunque es una tendencia por la que la industria está apostando cada vez más. Actualmente, la incorporación de materiales procedentes de fuentes renovables en los vehículos se reduce a algunos paneles interiores en los que se han sustituido los refuerzos como la fibra de vidrio por otros como las fibras naturales, con la consiguiente reducción de peso. En el caso de Naturtruck, el objetivo es mucho más ambicioso, ya que se espera poder sustituir la mayor parte de los materiales utilizados habitualmente por otros de procedencia renovable en las piezas seleccionadas. Concretamente más de un 80% de los mismos.
El papel de Aimplas en el proyecto, además de ser el coordinador, es principalmente el de formular el nuevo compuesto para posteriormente obtener piezas mediante el proceso de inyección de plásticos. Según Miguel Ángel Valera, investigador principal del proyecto “las piezas inyectadas se someterán a un tratamiento térmico que permitirá mejorar las propiedades físico-mecánicas del material de forma que pueda ser empleado en aplicaciones tan exigentes como el equipamiento interior de vehículos comerciales”.