A través de sencillas equivalencias, TNU muestra de forma didáctica y directa que se hace con ellos una vez quedan fuera de uso y en qué son reciclados, como por ejemplo césped artificial, pistas de atletismo, losetas, carreteras más seguras con base de goma, etc. o lo más ecológico, reciclarlos en nuevos neumáticos. Además también hace hincapié en las ventajas medioambientales que representa darles una segunda vida, tanto en ahorro de emisiones de CO2 a la atmósfera como consumo de petróleo.
De esta forma un neumático usado, se puede convertir en placas de caucho compactado para galerías de tiro. Para cubrir las paredes, el techo y el suelo de una galería de tiro de estándar se necesitan aproximadamente, 2.090 neumáticos fuera de uso, lo que reduciría más de 128.000 kg de emisiones de CO2 y ahorrando más de 21.900 litros de petróleo*. El resultado es un producto muy resistente, medioambientalmente sostenible y seguro que ayuda a absorber y frenar los proyectiles. Además tiene doble función: de insonorización, ya que su diseño en zigzag rompe las ondas sonoras del disparo; y amortiguadora, no quedando ninguna marca después de recibir el impacto de la bala.
Se utilizan paneles intercambiables, otorgando a la instalación la máxima durabilidad, ya que facilita su mantenimiento y conservación, siendo la solución más segura para la práctica del tiro. Igualmente su instalación es muy sencilla, debido a que la sujeción del solado se puede realizar por su propio peso.